martes, 13 de abril de 2010

Claves para bautizar una página web

Zapatería Pepe, un negocio consolidado en una ciudad de tamaño medio, ha decido extender su área de actuación al entorno virtual. Ha confiado en una empresa profesional para el diseño de su página web, pero tiene en sus manos otra decisión de vital importancia: la elección del nombre del portal. No es lo mismo www.zapateria-pepe.com que www.zapateriademodapepevelazquez.com que www.zmpv.com. ¿Qué factores hay que tener en cuenta para dar con la alternativa más válida?

La elección del nombre de una página web no es una decisión que deba tomarse a la ligera, puesto que de ella va a depender, en buena medida, el éxito de la versión online de un negocio. No existen fórmulas magistrales, pero sí ciertas pautas para apuntar en la dirección correcta. De acuerdo a las mismas, el dominio de un portal debe ser:

- Corto. Así será más fácil de recordar y se evitarán fallos a la hora de dictarlo o escribirlo. Aunque algunas extensiones permitan incluir hasta 63 caracteres, es aconsejable no sobrepasar los 15. Lo ideal es utilizar sólo una palabra, tres como máximo; de ahí para arriba pierde valor.

- Sencillo. Que se entienda a la primera, sin necesidad de explicarlo o deletrearlo. Las confusiones en su escritura sólo tienen beneficios para los rivales, que se aprovechan del tráfico que llega a sus portales por error. En este sentido hay que tener cuidado con los términos poco conocidos, en idiomas extranjeros o de ortografía dudosa (h, b, v, j, g...). Conviene, igualmente, evitar el uso de números, guiones y abreviaturas, ya que sólo contribuyen a dificultar la comprensión y el recuerdo.

- Identificativo. Es decir, que esté ligado al servicio que ofrece la compañía, que cuando la gente lo lea sepa de manera inmediata qué se va a encontrar al hacer clic en el navegador. El recurso a nombres genéricos (zapatería, relojería, fontanería, albañilería...) ayuda a conseguir esa asociación de ideas.

- Único. Por el funcionamiento de los registros no es posible inscribir dos direcciones exactamente iguales, pero hay que prestar atención a las que pueden ser muy parecidas o son susceptibles de aparecer por equivocaciones. En este caso, los expertos recomiendan hacerse con diferentes extensiones (.com, .es, .eu, .net...) y con los portales de denominación similar para proteger la marca.

lunes, 12 de abril de 2010

Decálogo para evitar errores en las páginas web

La clave para que la página web de una empresa funcione reside en aprender a combinar diseño y funcionalidad. Es vital conseguir atraer a los usuarios hacia el portal, pero también que se encuentren cómodos al navegar por él. De no actuar así, lo frecuente es que el internauta, potencial cliente, no vuelva a hacer clic en ese enlace.

Una página web es como una planta, necesita atención constante para mantenerse con vida; de otra forma, se marchita y pierde atractivo. Muchos portales crecen como la mala hierba, sin capacidad de atracción o plagados de "espinas" que convierten las visitas en una experiencia única y no precisamente por extraordinaria, sino por falta de ganas de repetir. Conocer los errores que disuaden a los usuarios de volver a acceder es básico para no perder competitividad.

El diseño se erige en componente fundamental del sitio, pero las formas no deben primar sobre el fondo. Ni los colores más atractivos, ni la excelente disposición de los elementos, ni la más cuidada presentación sirven de nada si no se acompañan de unas características básicas de usabilidad
y navegabilidad. Hay que procurar un adecuado equilibrio entre aspectos estéticos y funcionales, ya que lo que de verdad importa es que los alter ego de las firmas en la Red sean útiles.

El minimalismo y la renovación permanente deben guiar el contenido. Sobrecargar el espacio con información innecesaria para el usuario es abrir una puerta al abandono de la lectura, aunque tampoco hay que cometer el error contrario y apenas rellenar un par de líneas. En cualquier caso los datos no deben estar desfasados ni pueden permitirse fallos ortográficos. Para quien los lee pueden ser sinónimo de falta de profesionalidad. La revisión de todo lo que se sube ha de ser una constante en las rutinas de trabajo.

Los mensajes que avisan de que el sitio está en construcción son otro de los elementos que contribuyen a crear una imagen negativa de la empresa y que es necesario desterrar. Si la web no se encuentra preparada para su visualización es preferible no colgarla a que el navegante se encuentre con uno de esos avisos y más cuando la situación va a ser duradera.
Especial cuidado hay que mantener, asimismo, con los enlaces, tan característicos de la estructura de la Red. Si se abusa de ellos es posible que el internauta termine por perderse en la maraña de referencias a las que le reenvían y que no vuelva al origen o no preste la suficiente atención a todo el contenido. A la hora de incluir "links" tampoco hay que desatender su actualización ya que es probable que, con el tiempo, muchos de esos vínculos dejen de funcionar.