viernes, 30 de abril de 2010

Newsletters con look profesional para conquistar a los suscriptores

«Manténgase al día sobre todas nuestras ofertas (...) Reciba información de máximo interés en su correo electrónico (...) No dude en suscribirse». Mensajes de este tipo, que invitan a los navegantes a recibir en su correo electrónico boletines informativos, son cada vez más habituales en las páginas web. No es una estrategia exclusiva de grandes empresas, pymes y autónomos también han descubierto sus secretos.

Una de las herramientas de marketing que ha demostrado mayor efectividad en los entornos online son los boletines informativos electrónicos, más conocidos por la versión inglesa de su nombre, newsletters. A través de estas comunicaciones, las compañías tienen la oportunidad de remitir información de interés sobre su oferta, actuaciones o novedades a grupos de personas que así lo han solicitado.

Este punto es muy importante, ya que previamente los receptores tienen que haber manifestado su consentimiento para ser considerados como tales. Es la manera más fácil de garantizar que la estrategia de promoción resultará efectiva, puesto que no es frecuente que alguien que no ha pedido ingresar en una lista de distribución muestre interés por la información que se le remite. Lo más habitual será que identifique este correo con spam y rehúse siquiera leerlo.

Siempre debe enviarse material personalizado y que resulte de valor, interesante, atractivo para quien lo lee: noticias, artículos, monográficos, promociones, cursos, consejos... No se trata de rellenar espacios en blanco para cumplir con los plazos previstos; es preferible no mandar nada a defraudar. Tanto mejor si los textos son propios, dado que en ellos es donde se marca la impronta del negocio.

Especial atención merece, asimismo, el diseño. A fin de cuentas constituye el envoltorio del mensaje, la carta de presentación de las empresas ante los usuarios. Es aconsejable que vaya en consonancia con la imagen corporativa, que puede reflejarse en los colores, el logotipo o el tipo de letra. Tiene que ser muy visual y servirse de toda clase de soportes multimedia (imágenes, vídeos, audios...), aunque no por ello ha de saturar. Los links a portales externos son de gran utilidad en estos casos.

El secreto para crear un boletín de éxito reside, por tanto, en cuidar al máximo cada detalle. El azar no tiene cabida cuando lo que entra en juego son la rentabilidad y los beneficios. Quizás estos no se produzcan a corto plazo, ya que las suscripciones suelen ser gratuitas, pero en un tiempo prudencial lo que hoy son simples lectores pueden convertirse en consumidores.

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